El PSOE logra que el Ayuntamiento de Molina exija un transporte interurbano digno y apoye el blindaje ante los aranceles EE. UU.

El PSOE logra en el Pleno de 30 de abril que salgan adelante las propuestas para urgir a la Comunidad Autónoma a revisar el servicio de autobuses con Murcia y a respaldar a las empresas locales frente al nuevo gravamen estadounidense, mientras PP y VOX se niegan a reducir la contaminación acústica.

A iniciativa del Grupo Municipal Socialista, la Corporación avaló dos acuerdos decisivos: exigir al Gobierno regional del PP la modernización inmediata del transporte interurbano y alinear al Ayuntamiento con el plan estatal que protege a las pymes de los aranceles de Estados Unidos. “Cuando el PSOE actúa, la agenda se mueve”, celebró la portavoz Isabel Gadea.


El bus que ya no puede esperar

La moción socialista declara inaplazable la reforma del corredor Molina–Murcia. El texto aprobado insta al Gobierno de López Mira a:

  1. Auditar con urgencia frecuencias, horarios, rutas y estado de la flota.
  2. Aumentar los servicios en hora punta y mejorar los enlaces con polígonos, centros sanitarios y universidades.
  3. Lanzar campañas de información y concienciación sobre el uso del transporte público, priorizando a jóvenes, mayores y colectivos vulnerables.
  4. Crear canales de participación ciudadana —encuestas y buzones digitales— para evaluar de forma continua la calidad del servicio.

“No pedimos un favor, reclamamos justicia. El Gobierno regional debe escuchar a estudiantes y trabajadores que cada día hacen frente a un servicio nefasto de transporte público con Murcia”.
— Isabel Gadea


Escudo frente al «shock» arancelario

La segunda moción sitúa al municipio en la primera línea de defensa ante la guerra comercial desatada por Washington:

  • Rechaza la subida unilateral de aranceles del 10 % –y del 20 % para productos europeos– decretada el 2 de abril.
  • Respalda el Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial de 14 100 M€ activado por el Gobierno de España.
  • Reclama coordinación permanente entre Estado, comunidades, ayuntamientos y agentes sociales para proteger a sectores clave como la agroalimentación y la confitería local.

“Mientras algunos se enredan en soflamas, nosotros garantizamos que ninguna empresa molinense pierda un solo puesto de trabajo por decisiones tomadas al otro lado del Atlántico”.
— Isabel Gadea


PP y VOX contra la reducción del ruido

La tercera iniciativa proponía:

  • Actualizar el mapa acústico.
  • Instalar pantallas en la Avenida de la Industria (40 000 vehículos/día).
  • Reforzar la red de sensores.

PP y VOX votaron en contra, a pesar de que 25 000 vecinos —incluidos la mayoría de los colegios— soportan niveles superiores a los recomendados por la OMS.

El concejal de VOX en su intervención alegó que regular el ruido por salud pública estaba motivado por “implantar ideologías o por adoctrinamiento” y llegó a poner en duda los datos de la Organización Mundial de la Salud.

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